¿Cómo puedo calcular los ingredientes si no tengo taza medidora?
Algo muy extraño sucede con las tazas medidoras. En una tarde nublada cualquiera, después de terminar tus pendientes, decides consentirte un rato, así que te dispones a preparar la receta más deliciosa que encontraste en internet y en eso, tu taza medidora desaparece; ¿A quién no le ha pasado? Y es que ahora, con tantas tazas de diferentes materiales y tamaños es difícil seguir utilizándolas como medida estándar. Y todos sabemos que las medidas precisas, sobre todo en la repostería, son la clave para obtener el pastel perfecto.
Pero no te preocupes, no tienes que salir corriendo al supermercado a comprar una taza medidora, hay algunos trucos que seguramente te serán útiles a la hora de preparar tus recetas.
¡Guarda éstas medidas y prepararte para salir de apuros!
Un vaso de yogurt vacío puede ser una excelente medida estándar, en el mismo envase viene la cantidad de gramos, sin embargo, te daremos las cantidades de acuerdo a los gramos que pesaría cada uno de los ingredientes, pues esto varía por la textura y densidad de cada alimento.
- Harina = 75 gramos
- Azúcar = 130 gramos
- Arroz y legumbres = 120 gramos
- Cacao = 65 gramos
- Leche = 150 gramos
- Aceite = 130 gramos
La cuchara sopera, todos tenemos más de una en casa y resulta ser una medida estándar para calcular los ingredientes de cualquier receta. Checa estas medidas dependiendo el ingrediente que requieras medir.
- Harina = 10 gramos
- Azúcar = 15 gramos
- Arroz y legumbres = 12 gramos
- Cacao = 6 gramos
- Leche = 17 gramos
- Aceite = 9 gramos
- Sal = 15 gramos
Por último te compartimos el equivalente en líquidos, porque la leche el agua no pueden faltar.
Ésta vez será igual con una cuchara sopera.
- 20 cucharadas soperas equivalen a 250 ml o un cuarto de litro
- 10 cucharadas soperas equivalen a 125 ml o 1/8 de litro
- 8 cucharadas soperas equivalen a 100 ml o 1 decilitro
- 1 cucharada sopera a 12,5 ml
Quizá algunos de estos métodos te lleven un poco más de tiempo pero te podrás asegurar de preparar bien tus recetas (o las de tu abuelita)