Galletas decoradas: la glasa real
Las galletas decoradas con glasa real son una auténtica preciosidad, y realmente si sabes dominar este ingrediente, las posibilidades de decoración son infinitas.
Decorar con glasa real puede ser una afición de lo más entretenida y placentera, tiene un punto relajante que te hace perder la noción del tiempo… Pero como todo en la vida, la también puede convertirse en un auténtico calvario si no dominamos su elaboración.
Hoy vamos a ver cómo hacer galletas decoradas, y todos los trucos para dominar la glasa real.
Galletas decoradas: ¿Qué es la glasa real?
La glasa real, o royal icing, es un tipo de glaseado que se realiza a base de azúcar, agua y albúmina de huevo. La albúmina tiene la capacidad de secarse al estar en contacto con el aire y quedar sólida y dura, por lo que es perfecta para utilizarla en la decoración de galletas.
Para realizar la glasa podemos utilizar albúmina en varias formas: albúmina fresca (claras de huevos frescos o claras pasteurizadas), albúmina deshidratada (en polvo, a la venta en grandes superficies y tiendas de repostería) o sucedáneos como el polvo de merengue (a la venta en tiendas de repostería).
Dependiendo de qué tipo de albúmina utilicemos, la receta que utilicemos será distinta, pero lo que no cambiará nunca será el proceso de elaboración de la misma. La receta para elaborar la glasa real es:
- 60 gr. de polvo de merengue
- 1 kg. de icing sugar
- 130 ml. de agua
- 1 cucharadita de glucosa o jarabe de maíz
Vamos a ver el secreto del éxito de nuestras galletas decoradas: la elaboración de la glasa.